Leopoldo Martínez con el equipo entrevistador en la sala de arte El Caserón
Las alumnas de Historia del Arte de segundo curso de bachillerato del I.E.S. 'El Chaparil' de Nerja nos encontramos en el centro con nuestra profesora esperando al pintor Leopoldo Martínez Parrilla, elegido para inaugurar ‘El Caserón’, la sala de arte de nuestro instituto, para hacerle una entrevista.
Leopoldo llega a la hora concertada; nos
dirigimos a la sala de arte y comenzamos la entrevista.
Pregunta. En primer lugar, buenos
días. La primera pregunta sería: ¿cómo
se presentaría usted ante el público?
Respuesta. Pues como un artista o como un
profesor, mejor dicho, ya que es a lo que me dedico normalmente desde hace ya
bastante, unos treinta y seis años. Me dedico principalmente a la docencia y
digamos que en mis ratos libres voy compaginando las dos cosas, la docencia por
un lado y la faceta de creación por otro; voy siempre intentando no renunciar a
esta última faceta. Esta sería un poco mi presentación.
P. ¿De dónde es usted?
R. Soy de Madrid, aunque llevo bastante
tiempo por Andalucía; aproximadamente 30 años viviendo por aquí. Estudié en
Madrid Bellas Artes, después hice las oposiciones, me trasladé a Asturias y
tras cuatro años me vine aquí. Actualmente vivo en Torre del Mar.
P. ¿Cómo y cuándo comienza su vocación
artística?
R. Pues no recuerdo muy bien, ya que no
es una cosa de golpe. Yo creo que, como en la mayoría de los casos, vas viendo
cosas que te gustan, te vas fijando en obras que te llaman la atención. Lo
primero que recuerdo son las láminas estando en el colegio. Recuerdo que con
ocho o diez años comencé a hacer copias de láminas que me gustaban. Primero empecé trabajando con acuarelas,
dibujando lo que veía y participando en
algunos concursos cerca de mi casa. Comencé, sobre todo, dibujando caballos.
Era un animal que me atraía muchísimo, lo dibujaba por todas partes, era mi
obsesión. No sé muy bien el porqué.
P. ¿Qué representan para usted sus
primeras obras?
R. Muchísima ilusión sobre todo, porque
se hacen con mucha falta de práctica y conocimiento pero, por otro lado, se compensa
con las ganas de querer hacer cosas. Sobre todo, eso, mucha ilusión. Cuando
empecé siempre quería ir haciendo más y más cosas nuevas.
P. ¿Estaba usted predestinado a ser
artista?
R. No, no creo en esas cosas. Son
circunstancias que se te van presentando en la vida y tú vas eligiendo caminos
según esas circunstancias. Pero no creo
que uno nazca ya predestinado, lo que sí creo es que puedes tener un interés
por ciertas cosas y lo vas desarrollando.
P. ¿Cuál es su trayectoria como pintor?
¿Ha participado en muchos concursos de pintura?
R. No. Como he comentado anteriormente,
me cuesta compaginar la docencia y la creación. Pero con mi grupo de Bellas
Artes sí que nos reuníamos, veíamos
exposiciones y participamos en algún concurso. Me gustaba el hecho de competir
un poco. Para mí y mis compañeros era muy atractivo.
Bodegón con frutas, 146 x 114 cm, acrílico sobre tela
P. ¿Cuáles son sus temas actuales de
inspiración artística?
R. Me interesa mucho el paisaje urbano,
sobre todo por las luces, las sensaciones... Pero también otros temas, como
veis [nos muestra una de sus obras, Bodegón],
la fruta. Lo que más me interesa es divertirme y pasarlo bien. Esa es la base
de todo mi trabajo. Me encanta aumentar el tamaño de las imágenes, como por
ejemplo ese cuadro [nos señala otra de sus obras expuestas en la sala], Mejillón. El aumentar un objeto de
tamaño me permite dejar volar mi imaginación. Los temas los busco, pero hay
ocasiones en las que no le doy demasiada importancia. Sobre todo busco un
pretexto para empezar a trabajar o encontrar una excusa para utilizar muchos
colores.
P. ¿Cuál es la obra de la que se siente
más orgulloso?
R. Uno tiene sus preferencias, pero no
tengo una de la que me sienta más orgulloso. Sí que algunas obras salen muy
fluidas, al contrario que otras que dan mucha guerra.
P. ¿A qué artista admira usted o le sirve
de inspiración?
R. No admiro a un artista en particular.
Yo creo que, a la hora de influenciarte, tienen mucho peso las obras que ves.
Me gustan muchos pintores, no porque tenga mucha afinidad con ellos, sino
porque que hay cosas que me gustan de ellos que yo no las haría. Y en cuanto a
influencias, parto de la pintura fotorrealista, pero ahora mismo estoy con la
abstracción.
P. ¿Qué técnicas utiliza en sus obras?
R. Desde hace mucho tiempo uso pinturas acrílicas. Cuando empecé a hacer
cuadros utilizaba el óleo que es un material con muchos recursos, muy plástico;
sin embargo, para mí tiene algunos inconvenientes, como la lentitud de secado.
Cuando comencé a utilizar el acrílico me costó mucho tiempo adaptarme, pero,
una vez superada la primera fase, ahora lo que no quiero es volver al óleo. La
inmediatez del acrílico me gusta, y también su olor.
P. ¿Cómo ilumina y colorea sus obras?
R. Improviso bastante, soy bastante
intuitivo, si no me gusta algo lo cambio y ya está. Lo que más me interesa es
la luz y el color.
P. ¿Cómo trabaja el volumen? ¿Y la
perspectiva?
R. Creo que es bastante convencional, lo
hago de forma intuitiva. No le suelo dar demasiada importancia, aunque depende
también de cada obra.
P. ¿A qué estilo artístico o a qué
corriente podría pertenecer su obra?
R. Yo creo que es una mezcla de todo.
Estoy convencido de que esto no es algo puritista. No te encasillas dentro de
un estilo. No creo que hoy en día nadie lo haga. Todo lo que me gusta y me
interesa trato de asimilarlo, como creo que hacemos todos. Es una mezcla de
todo lo que te interesa.
Mejillón, 128 x 95 cm, acrílico sobre tela
P. Internet es un medio revolucionario
para comunicarse y aprender, ¿cree usted que internet ayuda a las personas a visitar exposiciones o, al
contrario, piensa usted que es un obstáculo?
R. No me parece un obstáculo. Pienso que
es algo que está muy bien, una herramienta más para utilizar. Internet facilita
mucho las cosas. Yo mismo suelo utilizarlo. Además, creo que ahora la gente no
está tan marcada como hace años cuando los movimientos y las modas tenían más
peso.
P. ¿Podría hablarnos de sus proyectos o
expectativas?
R. Pues lo primero es poder sacar tiempo.
A ver si con esta exposición me animo y
encuentro más huecos para trabajar. Sin embargo, lo que me parece más interesante
de todo esto, es que en un centro educativo tengáis la oportunidad y el acceso
a ver diferentes obras. Pienso que de lo que más se aprende es de lo que veis,
de lo que tenéis alrededor. Yo quizás haya aprendido más cosas de mis
compañeros, de mis amigos, de las exposiciones... Cuantas más cosas se vean,
mucho mejor; es como yo creo que se puede aprender más. Yo le digo a mis
alumnos que cuanto más vean mejor.
P. ¿A qué se debe el título de la
exposición?
R. El título, Uno cuarenta y seis por uno catorce, se debe al formato que más se
repite en estas obras. Estoy a gusto con él, me gustan las obras en formatos
grandes. Además, es el tamaño máximo que me cabe en el coche para poder
transportarlas [risas].
Me gusta pintar a lo grande , así que
suelo también hacer dípticos, coger dos cuadros que se pueden desmontar, porque
me encuentro mejor en formatos grandes, te puedes desenvolver mucho más.
P. Gracias Leopoldo por
atendernos tan amablemente. Nos ha hecho mucha ilusión poder compartir con
usted este rato.
R. A vosotras, un placer.
Esta entrevista ha sido realizada por: Anastasia
Humenna, Alba Isern Gómez, Ana Portillo García, Sara López Martín, Sara Puentes
Rivas y Luise Willemet, con la ayuda inestimable de nuestra profesora de
Historia del Arte Paula Cabra Gómez.
